Nueva entrega de la serie de Mundodisco. Como comenté hace unos días, este libro narra una divertida historia en la que la Muerte (Que Siempre Habla En Versales) es despedida por Azrael (que no es el gato de Gargamel, sino el Ser Supremo del Mundodisco), volviéndose mortal y, por tanto, dejando de llevarse de este mundo a los que mueren. La Muerte se hace campesina, y demuestra una habilidad sobrenatural con el uso de la guadaña en el campo. Eso sí, sólo corta las espigas de una en una... En Mundodisco la gente empieza a no morirse. Los médiums empiezan a tener problemas al comunicarse con los no muertos, sobre todo por el follón que se oye a causa de toda la gente que anda por ahí sin morirse. Los espíritus se quejan de que no caben, de que auquello parece el Metro en hora punta. Los magos y los sacerdotes tendrán que unirse para desfacer el entuerto.
Como todas las novelas de TP, ésta me ha encantado. Me gusta cómo escribe, me encantan los chistes malos que suelta constantemente y me encanta cómo resuelve las historias. Mi nota: Muy divertido.

P.S.: Por cierto, navegando por ahí encuentro el blog del corrector de las ediciones españolas de la serie de Mundodisco. En esta entrada nos da un resumen de su trabajo. Muy interesante.

Categorías: Libros

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