Misslucifer dejó
un comentario el otro día que interpreto como consulta:
Tal vez os parezca un pregunta absurda, o muy simple, y seguramente este metiendo la pezuña de nuevo (que bien se me da), pero leyendo este interesantepost, me he preguntado ¿Y por qué una galleta mojada en frío no se ablanda tan rápido como una mojada en caliente? (Creo que sucede así, pero tampoco me apostaría una mano, a la hora de comer galletas suelo estar bastante dormida)
No seáis muy crueles conmigo :)
Hugo daba una respuesta, no incorrecta pero que no termina de explicar la cuestión, al explicar que debido a la capilaridad, la difusión del café por la galleta es más rápida.
El problema de las galletas que colapsan es su propia estructura: una galleta está formada por granos de fécula imperfectamente unidos entre ellos por azúcar y grasas, en una red muy intrincada de canales porosos. Al mojar la galleta en leche caliente, ésta disuelve el azucar, funde la grasa e hincha y ablanda la fécula mucho más rápido de lo que podría hacerlo la leche fría. Según el estupendo libro "Cómo mojar una galleta", una de cada cinco galletas acaba en desastre, con el usuario buscándola en el fondo del vaso con la cucharilla :).
A las madalenas les pasa lo mismo, pero a menor escala, porque por el proceso de horneado a menor temperatura tienen puentes de gluten que no se disuelven con la leche. Así que la preocupación del mojador de madalenas es sólo escurrir la madalena para que no le quede mucho líquido. El mojador de galletas tiene más estrés.
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