Yo ya sabía que estaba al caer una invitación de boda. Una boda, además, como la de las películas y nunca mejor dicho: Se trata de dos amigos americanos que se casan en Hawaii con vistas al mar. Siendo americano, ¿se le puede pedir algo más a la vida? Pues sí, además se quieren un montón. ¡Qué bonito!
Y yo voy perfectamente preparado y con ganas para una boda a lo grande y a lo americano, con pastel blanco al final. Y boda transconfesional: medio judía y medio católica. ¡Será mi primer boda como en las películas! Pero para lo que no estaba preparado era para recibir la invitación. Y no porque parezca un tríptico precioso de Hawaii con mis amigos haciendo de modelo, sino por el amenazante...
... ¡SELLO DE CORREOS PERSONALIZADO! Allí donde típicamente hay una ilustración educativa (
Franklin y el pararrayos, por ejemplo) estaban ellos dos mirándome. ¿Cómo puede ser? ¡Me miran inquietantemente! ¿Les han hecho reyes de un país que desconozco? ¡No lo he leído ni en el economist ni en el Hola! ¡Yo quiero! ¿Cómo se sale en un sello? Pues si eres americano, es fácil: La empresa
stamps.com, que vende todo tipo de servicios para correos online y cuyo lema es "No vuelvas a ir a la oficina de correos ¡jamás!" te permite diseñarlos online. Las imágenes que acompañan el post son los simulacros de sellos que me han diseñado en un segundo, del mismo tipo al que yo he recibido en casa hoy. Ha sido el golpe de efecto definitivo de la invitación. ¡Molan los sellos personalizados!
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