Seguro que la gran mayoría de nuestros lectores han leído la siguiente leyenda urbana (recopilada de
uno de los cientos de sitios que la reproducen):
Cuando la NASA inició el lanzamiento de astronautas, descubrieron que los bolígrafos no funcionarían con gravedad cero. Para resolver ese problema contrataron una prestigiosa firma de consultores, Andersen Consulting, hoy Accenture.
Emplearon una década y 12 millones de dólares.
Consiguieron desarrollar un bolígrafo que escribe con gravedad cero, boca arriba, boca abajo, debajo del agua, en prácticamente cualquier superficie incluyendo cristal y en un rango de temperaturas desde bajo cero hasta más de 300 grados centígrados.
Los rusos usaron un lápiz...
Por su redacción era clara candidata a ser una leyenda urbana. Pero no lo es. O al menos no del todo. El bolígrafo espacial
existe. Este escribidor que les atormenta lo vio en el Smithsonian de Washington y, raudamente, se lo compró (clic para ampliar las imágenes).
Junto con un recambio, por si tardo un tiempito en volver por allí.
Sí es falso que se contratara a una consultora. La empresa Fisher lo hizo por su cuenta y se lo ofreció a la NASA llegado el momento. Antes de este boli, los astronautas norteamericanos sí usaban lápices. No costó 12 millones de dólares sino 1. Y el rango de temperaturas lo tienen mal en el texto que circula por Internet (nótese la ligera diferencia en el rango de temperaturas que marcan el boli y su recambio).
Por lo demás, validamos la candidata a leyenda urbana con una bandera rojiverde de las de Snopes. Parcialmente cierta.
Actualización:
Álvaro añade otro dato interesante, sacado de
aquí. Cito:
Pedro Duque escribe desde el espacio
23 octubre 2003
Estoy escribiendo estas notas en el Soyuz con un boli barato. ¿Por qué tiene eso importancia? Resulta que llevo diecisiete años trabajando en programas espaciales, once como astronauta, y siempre he creído, porque así me lo han explicado, que los bolígrafos normales no escriben en el espacio.
La tinta no cae, decían. Escribe un momento boja abajo con un boli y verás como tengo razón, decían.
En mi primer vuelo, como todos los astronautas del Shuttle, yo llevé un boli muy caro de esos que tienen el cartucho de tinta a presión. Sin embargo, el otro día estaba con mi instructor de Soyuz y vi que estaba preparando los libros para el vuelo, y estaba poniéndonos un boli con un cordel para escribir una vez en órbita. Ante mi asombro, me dijo que los rusos siempre han usado bolis en el espacio.Yo también metí uno nuestro, de propaganda de la Agencia Europea del Espacio (no vaya a ser que los bolis rusos sean especiales) y aquí estoy, no deja de funcionar y ni "escupe" ni nada. A veces prever demasiado las cosas impide hacer intentos y por lo tanto las cosas se construyen más complicadas.
Parece que cada vez queda menos verdad en la leyenda urbana...
Categorías: Leyendas Urbanas