Me informa un corresponsal (¡Gracias, Patxi!) de que a través de Google, ese ojo que todo lo ve, ha encontrado esto: Hay un tipo por ahí que manifiesta en sus declaraciones ser hipnotizador. El enlace al que remite el título de esta entrada es de
Boingboing, donde aparece un video de este mameluco "hipnotizando" a un chico que juega en un pub a una máquina que consiste en matar zombies por un hospital desierto, o algo así. Cuando el chico "cae" en "trance", lo trasladan a un decorado idéntico al videojuego y lo "despiertan", habiéndole puesto previamente una pistola en la mano. Los zombies-actores empiezan a aparecer y el tío pierde los nervios y se los cepilla mientras grita a voz en cuello, pega tiros por todas partes. Lo vuelven a dormir y lo colocan de nuevo ante la maquinita de marras en el pub. El chico se despierta y dice, todo tranquilo, "¡vaya! ¡Mola un montón esta máquina!". Y ya está. Lospuntos flacos más obvios de la ridícula historieta son:
1.- El método de hipnosis es encenderle una lucecita desde la máquina. Pues vaya gilipollez.
2.- Cuando el tio despierta en el hospital y empieza a pegar tiros, se ve que la pistola es de bolas de pintura (paintball), que todos sabemos que duelen de verdad cuando te pegan. Pues se dedicaa dispararles a todos los zombies al centro del pecho, excesivamente abultado, por cierto, como si llevasen chalecos protectores. Es muy raro que no les pegue NINGÚN tiro en la cabeza. Muuuuuuy raro. Sobre todo si tenemos en cuenta que en la película que nos están contando el tío realmente cree que ha aparecido dentro del videojuego y que debe cargarse a los zombies como sea para salvar la vida. Y que muchos zombies no caen tras los dos o tres primeros tiros que les mete en el pecho.
3.- La reacción de alguien que, presuntamente, hace un segundo estaba luchando por su vida cuando se despierta de nuevo en el pub delante de la máquina no es quedarse quieto y decir ¡eh, qué guay!
En fin, un video que no llega a entretenido porque lo presentan como algo verídico cuando no es más que un cuento corto pasado a vídeo.