Por si hay algún lector que no sepa qué son los premios Stella, he
aquí una breve descripción.
Me informa un corresponsal muy cercano (geográfica y genéticamente), que además hoy cumple años, (¡gracias,
Diego, y FELICIDADES!) de una demanda multimillonaria que una astróloga rusa ha puesto contra la NASA porque por culpa del impacto de la sonda
Deep Impact sobre el Tempel 1, su horóscopo se ha visto arruinado. En palabras de la tía con la faz más pétrea que se ha visto desde hace muuuuchos años:
Es evidente que la órbita de partes del cometa y, por tanto las efemérides astronómicas, se verán afectadas, lo que interfiere en mi trabajo como astróloga y además cambia mi horóscopo.
Estamos ante el primer caso de un mercachifle de la pseudociencia que utiliza objetos de 3 km de diámetro para hacer sus predicciones. Me pregunto si esta timadora profesional tendrá en cuenta los cientos de asteoides del cinturón entre Marte y Júpiter que superan ese tamaño. Seguro que no. ¡Pero si ni siquiera tienen en cuenta la constelación de Ofiuco!
Ah, y ya puestos, me pregunto por qué no demandó a los propios rusos cuando lanzaron el Sputnik en 1957, que era un cuerpo celeste más grande que muchos de los trozos desprendidos del cometa, y que seguro que le chafaría también las cartas astrales. Pero claro, el Hermano Nikita Jrushov estaba entonces en el poder, y seguro que una demanda contra la URSS por parte de una camarada no habría sido tan bien vista como ahora. De hecho, diez años en el
gulag no se los habría quitado nadie, sólo por abrir la boca. Algo de inteligencia hay que reconocerle a esta señora.
La demanda es de abril, creo, y trodavía no hay fecha para el juicio. En fin, CPI... Más información
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