Hace unos días me contaron una historia sobre "coincidencias sobrenaturales®". Resulta que una persona sueña que, por ejemplo, su madre se muere. Y al día siguiente, la pobre madre tiene un accidente de coche y, efectivamente, muere. Esta historia suele presentarse como uno de esos ejemplos de que "hay algo más ahí fuera", de que semejante coincidencia no puede ser debida al azar. Pues yo estoy dispuesto a demostrar que el puro azar sí puede explicarlo. Allá voy:
De los 6000 millones de personas que hay en el mundo, TODOS sueñan. Pongamos que sólo la mitad se acuerdan de los sueños. De las decenas de sueños que se pueden tener en una noche, pongamos que estas personas se acuerdan sólo de uno. O sea, que hay tres mil millones de sueños cada noche. Pongamos que un uno por ciento se refieren a desgracias familiares. Eso supone que todos los días hay treinta millones de personas en el mundo que sueñan que su madre/padre muere o sufre. Y, haciendo un cálculo vulgarcillo, como cada día mueren unas 200.000 personas, es PERFECTAMENTE posible que una de esas 200.000 sea progenitora de uno de esos 30 millones. Puede que un día concreto no coincidan, pero tarde o temprano alguien soñará algo que al día siguiente ocurrirá. La probabilidad es pequeña pero ni mucho menos despreciable. Estoy seguro de que en los días anteriores al 11-S y al 11-M alguien soñó que ocurriría eso o algo parecido. Es condenadamente obvio, pero la gente sigue creyendo en las premoniciones. Vivimos en un mundo de
magufos y crédulos. No lo seáis vosotros, estimados lectores.