En Austria hay un pueblo con un nombre que en alemán no debe de sonar mal, pero que a los angloparlantes les hace mucha gracia. Según la leyenda urbana, los habitantes del pueblecito están hartos de tener que andar reponiendo cada dos por tres los carteles que indican el nombre del pueblo, por culpa de la manía de los turistas de llevárselos. No sé si eso será cierto, pero lo que sí es verdad es que el pueblo existe:
El segundo cartel, que aparece con el dibujo de los niños y la leyenda
Bitte - nicht so schnell! significa "Por favor - ¡no tan rápido!" (es el equivalente a nuestro simbolito de los niños cruzando por el paso de cebra dentro de una señal triangular de peligro), lo cual añade más humor aún al asunto.