Esta es una anécdota muy
geek y matemática que seguramente no creería si no me hubiera ocurrido a mi. Resulta que como muchos de mis seis lectores saben, doy clases de matemáticas a universitarios en una academia. Ayer, mientras estudiábamos el cambio a coordenadas polares para resolver límites, estaba contando cómo la x se convierte en el coseno de theta (
theta es esta letra griega, para los que no hayan estudiado ni ciencias ni letras:
θ, -pronúnciese "teta"-) cuando una alumna, a la que para su protección mantendré en el anonimato, me llamó ordinario, diciendo que era imposible que un ángulo se llamase teta. Le pregunté si también deberíamos cambiarle el nombre a la función seno, pero eso sí se lo creía. Así que tuve que llamar a los profesores de matemáticas de la academia, dibujar una theta en la pizarra y pedir que me dijeran cómo se llamaba. Sólo entonces mi alumna dejó de creer que le estaba tomando el pelo.
Para conmemorar esta anécdota, que me hizo reir de risa, he fabricado este cutri poster matematicoerótico, cuyo humor friki y oculto queda aclarado: