Este dato, muy curioso y muy inútil, me lo proporcionó mi compañero Juanjo. Resulta que el Superglue, conocido técnicamente como cianocrilato, se desarrolló en un principio para hacer innecesarias las suturas quirúrgicas. Se acercaban los dos bordes de la herida, se pegaban, y ya estaba. Pero su uso disminuyó cuando los estudios revelaron que el riesgo de infección era superior utilizando cianocrilato frente a la sutura convencional. Otro de sus inconvenientes era que
resistía menos que las suturas en músculos de mucha movilidad, como los oculares. Así que terminó desechándose por completo. En veterinaria, sin embargo, se sigue usando el cianocrilato para cerrar algunas heridas.
Chuck Palahniuk, en su novela "
El club de la lucha", hace decir a su protagonista que la mejor manera de evitar que una brecha en la cabeza o la cara deje cicatriz es pegándosela con superglue. Lo que a un lector desentrenado puede parecerle una barbaridad, es en realidad un remedio casero con mucho fundamento...
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